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Las ardillas son roedores muy traviesos y pueden hacer daños a nuestra propiedad.
Con sus grandes dientes pueden morder objetos de hule, plástico y madera, como cables, mangueras, hamacas, y muebles.
Las ardillas normalmente se esconden de los humanos, pero cuando buscan comida, pueden ser muy curiosas e ingresar a nuestras casas para investigar qué pueden llevarse.
Las ardillas no te atacarán si no las molestas o las tratas de tomar con tus manos.
Si tu casa colinda con un bosque, puedes colocar fruta en tu jardín para alimentarlas y apreciarlas mientras lo hacen. Evita molestarlas y tratarlas de capturar.