





El gato bengalí, también conocido como gato bengala, surgió de la mezcla entre un felino y un gato doméstico. Es un gato de apariencia exótica, muy similar a un leopardo, pero de tamaño más chico, y es muy demandado como mascota por su comportamiento similar al de un perro ya que es juguetón, cariñoso, e incluso le gusta jugar a la pelota.