





¿Sabías que los gatos, a pesar de su reputación de ser relajados, también pueden estresarse?
A veces es difícil notarlo, pero hay señales que te pueden alertar. Observa si tu gato muestra cambios en su apetito, se aísla, se vuelve agresivo de repente, se acicala en exceso o deja de usar su arenero.
El estrés en los felinos puede ser provocado por muchas cosas, como una mudanza, ruidos fuertes, nuevas personas o la llegada de otro animal de compañía. Lo más importante es que estés atento a su comportamiento para identificar cualquier cambio.
Puedes ayudarle creando un entorno tranquilo en casa, respetando su espacio y dándole acceso a lugares elevados donde se sienta seguro. Además, el juego diario es excelente para que libere tensiones y se divierta.
Si notas que los síntomas persisten, te invitamos a visitarnos en la Clínica Veterinaria del Bosque. Podemos ayudarte a evaluar la situación y a encontrar las mejores soluciones para el bienestar emocional de tu felino.