Aunque las croquetas de alta calidad cubren gran parte de los requerimientos nutricionales de un gato, también es posible complementar su dieta con alimentos naturales y seguros.
Aquí algunas opciones que puedes considerar (siempre con moderación y supervisión veterinaria):
- Pavo o pollo cocido sin sal ni condimentos.
 - Calabaza cocida o zanahoria rallada.
 - Pescado cocido sin espinas.
 - Huevos cocidos (una vez por semana).
 
Evita darles cebolla, ajo, uvas, chocolate, productos lácteos o cualquier alimento procesado humano. Cada gato es único y puede reaccionar diferente, así que observa siempre cómo responde tu animal de compañía a nuevos alimentos.
Una buena nutrición no solo prolonga la vida de tu gato, también mejora su estado de ánimo y salud general.





