Nuestros animales de compañía son muy expresivos, basta poner atención para entender lo que nos quieren comunicar.
Los perros utilizan mucho el lenguaje corporal, por ejemplo, moviendo su cola, mirándonos a los ojos, abriendo su boca, lamiéndonos, recostándose a nuestro lado o encima de nosotros, y con la posición de sus orejas.
Los gatos también lo hacen mediante su cola, su mirada, y cuando están alegres de vernos, encorvan su lomo, nos frotan con sus bigotes, y ronronean.
Incluso las aves pueden comunicarse con nosotros, por ejemplo, los pericos mueven su cabeza cuando están emocionados, y modifican el tono de sus vocalizaciones dependiendo de su estado de ánimo.
Podemos observar a nuestros animales de compañía para entender lo que nos quieren decir.