Si estás buscando un animal de compañía y estás dudando si debe ser un perro o un gato, te damos algunos consejos para ayudarte en tu decisión.
Considera el espacio que tienes para ofrecerle. Un perro grande, por ejemplo, necesita un jardín y mucho espacio para sentirse cómodo. Un gatito no tanto.
Investiga sobre cantidades y precios de comida, para darte una idea de cuánto dinero gastarás con cada uno.
En cuanto al ejercicio, los perros son más activos y necesitan que los saques a pasear frecuentemente. Los gatos pueden vivir en casa todo el tiempo y hacer ejercicio con juguetes en la sala de tu casa.
La limpieza de los gatos es asombrosa, fuera de su arenero lo más probable es que no ensucien tu casa. Los perros, en cambio, suelen ser más descuidados en ese aspecto.
Si estás deseando enseñarle a tu animal de compañía a hacer trucos, entonces el perro es una buena opción porque aprende más rápido que el gato.
Aunque los gatos son cariñosos y les gusta acurrucarse a tu lado y algunos te siguen por la casa, en este apartado sí ganan por mucho los perros. Ellos no se te despegarán, te recibirán felices cuando llegues a casa, y vendrán a ti cada vez que los llames.
Los gatos son más independientes y puede ser que cuando llegues de la calle ellos sigan durmiendo plácidamente.
Toma en cuenta estas características, habla con un veterinario, y ten en cuenta que lo más importante es que tanto tú como tu nuevo animal de compañía vivan una vida feliz juntos.