Como en la mayoría de los casos, esto dependerá de la personalidad de tu gato y los límites que tú quieras establecer, pero aquí te damos algunas ideas.
Los gatos pueden dormir contigo, en tu cama, si así lo deseas. En ocasiones se acurrucan entre tus piernas, lo que significa que se sienten protegidos por ti y así pueden descansar profundamente.
La mayoría de los gatos son nocturnos, y algunos intentarán despertarte en la noche para jugar, o para pedirte comida. Para hacerlo, es posible que te den unos pequeños toques con su patita en tu rostro, que maúllen, o que te respiren en la cara hasta que te despiertes.
En otras ocasiones, si mueves las manos o los pies debajo de tus sábanas, tu gato puede confundirse y atacarlos, lo cual no debe ser grave comúnmente.
Un buen ejercicio y juegos durante el día, ayudarán a que tu gato duerma un poco mejor durante la noche.
Si aún así crees que la presencia de tu gato está afectando tu sueño, puedes considerar dejarlo fuera de tu cuarto, para ello establece un lugar donde tenga abrigo si las noches son frías.
En todo caso, te recomendamos no dejar a los gatos solos por la noche con niños pequeños o gente muy adulta.