Las serpientes, al igual que todos los reptiles, son de sangre fría, lo que significa que la temperatura de su cuerpo cambia de acuerdo al lugar donde viven.
Ésta es una importante distinción, ya que se cree que “sangre fría” significa que su sangre de hecho está fría, pero no es así, solamente significa que varía de acuerdo a la temperatura ambiental.
Debido a lo anterior, las serpientes calientan su cuerpo colocándose al sol. Normalmente lo hacen en superficies que se calientan naturalmente, como piedras. Algunas pueden ensanchar su cuerpo para absorber más calor.
Cuando quieren que su temperatura corporal descienda, basta con moverse a la sombra.
Debido a lo anterior, las serpientes no pueden vivir en lugares completamente nevados, porque no tendrían forma de calentarse.