Los gatos, al igual que los perros, son propensos a ser infestados por pulgas.
La forma más común en que un gato se infecta de pulgas es al estar en contacto con otras mascotas que las portan. Si tu gato tiene acceso a un jardín, patio, o a la calle, también puede tomarlas de esos lugares.
Te podrás dar cuenta de que tu gato tiene pulgas si ves alguno de estos comportamientos:
- Se rasca o se muerde el cuerpo.
- Está inquieto.
- Se lame el cuerpo en demasía.
- Sacude la cabeza e intenta rascarse las orejas.
Intenta observar cuidadosamente su piel, mientras mueves su pelaje con tus dedos. Si está muy infestado, lograrás ver las pulgas a simple vista.
Si tu gatito tiene estos síntomas, lo mejor que puedes hacer es llevarlo al veterinario para que lo revisen, lo limpien, y le den algún método preventivo contra nuevas infestaciones.