Ideas sobre cómo jugar con tu gato para estimularlo física y mentalmente.
En sus orígenes, los gatos tenían que cazar para alimentarse. A la vez, tenían que escapar de sus depredadores, por lo que sus sentidos están optimizados para el movimiento de sigilo, el ataque, la escondida, y la huida.
Los gatos domésticos que viven hoy en día en nuestras casas, aunque en menor medida, todavía conservan ese comportamiento.
Si tu gato no tiene oportunidades para liberar esa energía, pronto tendrá comportamientos destructivos, vocalización, maullidos, etc.
Te recomendamos comprar un juguete en forma de caña de pescar, incluso lo puedes hacer tú mismo atando un ratón de juguete al final de un listón o resorte delgado para hacer los movimientos más veloces.
Sosteniendo un extremo del resorte, haz que el ratón se mueva para que tu gato lo intente cazar. Intenta que el ratón haga diferentes movimientos, como saltos repentinos, círculos, que se esconda detrás de un mueble, que brinque sobre un escritorio, que permanezca quieto por un tiempo y luego se mueva, etc. Mientras más parecido a un animal real, mejor para tu gato.
Los gatos no son como los perros en el sentido que deban o quieran correr por varios minutos. Ellos prefieren hacer movimientos ágiles y luego descansar un poco. En ocasiones notarás que tu gato se esconde para acechar al juguete y permanezca en esa posición uno o dos minutos. Esto no quiere decir que ya no quiera jugar, su mente está encontrando el momento perfecto para lanzar su ataque, así que mientras veas que sigue interesado, debes seguir jugando con él.
Si juegas un par de veces al día durante 10 o 15 minutos con tu gato, notarás que su comportamiento mejora, estará más descansado, más relajado, y menos nervioso.
Y no te preocupes, si no juegas con él, te lo hará saber de una forma u otra.