Las orejas de los perros tienen el ambiente ideal para el crecimiento de bacterias, por lo cual es importante revisarlas y limpiarlas constantemente. Lo puedes hacer en casa siguiendo estas simples instrucciones.
Revisa las orejas de tu perro una o dos veces por semana para asegurarte de que se encuentren en buen estado.
Antes de continuar ten en cuenta esta importante información
Si encuentras alguno de los siguientes síntomas, por favor no intentes nada en casa y acude a tu veterinario:
- Enrojecimiento, heridas, raspaduras, o ronchitas.
- Secreciones anormales.
- Mal olor.
- Tu perro sacude su cabeza con fuerza constantemente.
- Tu perro se rasca la oreja constantemente.
- Tu perro tiene la cabeza inclinada hacia un lado.
Si solamente encuentras residuos de pasto o tierra del jardín, o un poco de mugre, pero todo lo demás está bien, puedes continuar.
Las orejas de los perros son sensibles y a la mayoría no les gusta que las manipulemos. Si te está dando problemas puedes hacer la limpieza después de una caminata para que tu perro esté relajado. Si responde bien ante los premios, puedes dárselos durante la limpieza para que la asocie positivamente.
Para realizar la limpieza utiliza gasa o algodón. Nunca utilices hisopos ya que puedes lastimar a tu mascota.
Humedece el algodón con un limpiador de oídos (también puedes encontrar paños húmedos) y empieza limpiando el exterior, avanzando hacia el interior con cuidado. Cambia los algodones sucios por nuevos tan frecuentemente como sea necesario.
Cuando estés en la parte más interna, ten cuidado, no presiones tratando de llegar más adentro porque podrías lastimarlo(a).
Continúa el procedimiento hasta que veas que la oreja está completamente limpia.
Si notas que a tu perro se le ensucian las orejas muy rápidamente o no te sientes seguro, acude a tu veterinario para una limpieza profesional.