Cuando bajan las temperaturas, también es momento de ajustar los cuidados que das a tu animal de compañía.
Algunos perros y gatos, especialmente los de pelo corto, mayores o con enfermedades crónicas, son más sensibles al frío y necesitan un poco de ayuda extra para mantenerse saludables.
Asegúrate de que tengan un lugar cálido, seco y libre de corrientes de aire donde dormir. Las camas elevadas o con mantas térmicas pueden ser una gran opción. Durante los paseos, considera usar abrigos para razas pequeñas o delgadas.
También es importante revisar sus cojinetes: el frío puede resecarlos o agrietarlos. Hidrátalos con productos específicos si es necesario. Y no olvides mantener sus vacunas y desparasitaciones al día: en invierno también están expuestos a virus y parásitos.
En la Clínica Veterinaria del Bosque estamos para ayudarte a cuidarlo en cada estación.





