Los gatos son expertos en ocultar el dolor. Por eso, el dolor crónico muchas veces pasa desapercibido hasta que ya está muy avanzado.
Aprender a identificar señales sutiles puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida.
Algunos signos de alerta incluyen:
- Cambios en su forma de caminar o saltar.
- Menor interés por acicalarse.
- Aislamiento o irritabilidad.
- Dificultad para subir a lugares donde solía estar.
- Alteraciones en el uso del arenero.
El dolor puede tener muchas causas: desde artrosis hasta problemas dentales o lesiones internas. Si notas alguno de estos cambios, no lo ignores. Un chequeo veterinario a tiempo puede aliviar su malestar y prevenir complicaciones mayores.
En la Clínica Veterinaria del Bosque, contamos con experiencia en el manejo del dolor felino. Ven y hablemos sobre su bienestar.





