





Si tienes un perro, gato, o cualquier otro animal de compañía, debes estar pendiente de su comportamiento para saber cuándo es necesario llevarlo a una revisión.
La respuesta rápida es: frecuentemente. Es decir, siempre lo tienes que estar llevando a revisiones periódicas, con la periodicidad que tu Médico Veterinario te indique, para detectar cualquier problema antes de que sea grave.
Pon especial atención si presenta:
- Pérdida de apetito.
- Cambios en su comportamiento habitual.
- Secreciones en ojos, oídos o nariz.
- Letargo.
- Alteraciones en su pelaje.
- Caída excesiva de pelo.
- Heridas que no cicatrizan.
- Dificultad para moverse.
- Vómitos.
- Diarrea.
En general, tienes que estar atento para detectar cualquier situación extraña y actuar de inmediato.