Monitorea en todo momento el comportamiento de tu perro y pon atención a los siguientes síntomas.
- Cambios en su alimentación o ingesta de agua.
- Cambios de comportamiento (está agresivo, se esconde, está letárgico, etc.).
- Tiene lágrimas o estornudos.
- Presenta vómito.
- Muestra dolor en alguna parte del cuerpo.
- Se rasca en exceso.
- Llanto audible.
Estos son solamente algunos síntomas de que tu perro presenta algún problema y debes llevarlo al Médico Veterinario.
En general, cuando sospeches que algo no está bien, toma medidas inmediatas.