Es posible que nuestro gato vaya engordando poco a poco, y que, debido a ello, no nos demos cuenta de que está en sobrepeso.
Para darte cuenta si tu gato está gordito, puedes revisar los siguientes puntos:
- Cuando tu gato esté de pie, míralo desde arriba. Su cuerpo tiene que ser más ancho cerca de su cabeza y su cola, y más delgado en el centro, lo cual delinea una curva que nos indica que está saludable.
- Cuando lo ves de perfil, su estómago no debe descolgarse.
- Cuando lo acaricias, debes sentir en tus dedos sus costillas.
Si alguna de las anteriores condiciones no se cumple, o no estás seguro, acude a tu veterinario para que te dé su opinión profesional.