El cuerpo de los gatos es muy delicado, cuando deseas cargarlo en primer lugar debes colocar una mano sobre su parte posterior (debajo de su trasero) y otra debajo de su pecho, levantarlo con ambas manos y mantenerlo junto a tu cuerpo para que siempre se sienta seguro. Nunca lo levantes de sus patas ni lo coloques patas arriba.
Lo que debes tener en cuenta:
- Cargarlo correctamente. Enséñale a toda la familia como levantar y cargar correctamente a tu mascota.
- Acariciarlo. Mimarlo poco a poco en lo que lo vas cargando puede ayudar a que se sienta un poco más cómodo.
- Incomodidad. Sé consciente que en algunas ocasiones estar cargado puede ser incómodo para tu gato.
- Interacción. Estar cargado por mucho tiempo le impide interactuar con otros animales.
- Dependencia. Puede volverse asustadizo y dependiente.
- Caídas. Una caída le puede causar lesiones, fracturas o hemorragias.
- Geriátrico. Si tu mascota tiene una edad avanzada puede que no quiera ser cargada por algún dolor muscular o de articulaciones.
- Respeto. Respeta la decisión de tu mascota, si no quiere ser cargada déjala para otro momento.
- Cuidado. No trates de cargarlo cuando esté de mal humor. Su carácter es muy variable, puede asustarse mientras lo cargas y te puede arañar.